viernes, 4 de mayo de 2012

GOBIERNO DE FACTO

Anteriormente hablamos sobre las revoluciones y el estado, de como se llegaba a obtener el poder político a través de la legalidad constitucional y legítima, como una revolución pacífica, y la otra forma haciendo de lado la constitucionalidad y todo el aparato estatal, desatendiendo las órdenes fijadas por la nación y realizando insurrecciones que fuercen precisamente a dejar el poder y establecer un nuevo orden democrático. Como se había señalado en el estado de excepción, donde a través de la revolución que violentaba a la represión, se pasaba por encima de la constitucionalidad y así mismo de las libertades universales adoptadas de la concepción liberal, se imponía un nuevo orden endógeno que tenía sus motivos dado que era necesario hacerlo por estas vías. Todo lo analizado en esos temas se relacionan en el hecho de compartir distintas concepciones sobre qué hacer con el Estado, conceptualizar al Estado como la esfera del orden imperante que busque la satisfacción plena de aquella sociedad a quienes protege y centralice el poder de manera democrática y representativa, que a decir verdad son las garantías de las que goza para el ejercicio pleno de la legislación y justicia, así mismo usarlo para el desarrollo pleno de todos los individuos.
Así pues el Estado puede tener distintos puntos de enfoque y usarlo a favor o en contra, hay distintas vertientes sobre ella, y cada una da su punto de vista históricamente, el Estado pues es la forma representativa del poder político, protege a este poder y es usado para que este poder político no se esfume, que se materialice plenamente y perdure por generaciones, como dijimos el poder político es cambiante, la historia lo ha demostrado, y por consiguiente trae nuevos órdenes mundiales y hegemónicos, hay polarización de las concepciones idealistas, que buscan convertirlos en realidades consecuentes.
El gobierno de facto pues forma parte de un grupo que distingue varios "usos" del Estado, y de cómo se lleva a cabo su concepción, cada forma de Estado es definido a partir del grupo social del que se estudia, como influye en ellos y a su vez como estos individuos detentan el poder a través de distintos acuerdos para establecer una hegemonía nacional.

El gobierno de facto se le denomina a aquel gobierno que ocupa el poder político no por las vías constitucionales establecidas, sino que ostenta el poder por mucho tiempo además de distribuir los poderes y funciones de manera inequitativa entre la ciudadanía, más bien distorsiona la legalidad del Estado como un gobierno impuesto. Por ello es que es diferente al estado de excepción, porque en el gobierno de facto existe alguien que concentra el poder político y público de manera que va sobre la legalidad y el estado de derecho y la viola, tras golpes de estado para construir ella misma su legalización oficial, mientras que en un estado de excepción no existe alguien netamente poderoso e influyente que dirija al estado legalmente debido al descontrol anterior del orden, el poder político pues se reparte lo que genera caos porque no hay acuerdos nacionales, lo que lo hace vulnerable en todos sus frentes, es decir, puede haber un gobierno de facto después del estado de excepción o al revés en su caso, mientras uno representa vacío de poder y otro concentración del poder.

El pre-gobierno de facto puede tener por ende luchas contra otros grupos oligárquicos que quieren obtener el poder político a base de fracturas sociales, por lo que imponen su orden a fin de generar control sobre las sociedad y a la vez acusar a otros grupos del desorden y mal manejo en la administración, a su vez los gobiernos de facto se distinguen por crear leyes jurídicas oficiales para protegerse y hacer viable sus proyectos de construcción del orden social, estas son leyes que establezcan instituciones que defiendan su soberanía, lo que en los otros blogs se le denomina el aparato ideológico y represivo, es pues la construcción de la superestructura que defienda al nuevo orden imperante, pero bajo el supuesto de que se ha derrocado al "mal gobierno" a través del consenso social y a su vez se han designado cargos, entonces no hay del porque dudar de ese gobierno de facto y pasa a convertirse en gobierno de hecho, dado que goza con ese supuesto del respaldo popular.

Volviendo al gobierno de facto, ésta también concentra el poder, lo que limita la actuación de ciertos agentes dentro del mismo grupo, lo que lo hace una minoría y as u vez dicta los procedimientos sociales que aseguren su posicionamiento, y efectivamente eliminar vulnerabilidades. Ciertamente la mejor forma de eliminar esas vulnerabilidades es imponer reglas sociales que garanticen obediencia a los mandatos, convenciendo a las masas de que es el mejor proyecto trascendental que puede haber para corregir los errores del pasado, argumentando que es lo mejor para todos. De hecho busca la satisfacción plena de los ciudadanos, pero bajo la mano dura para garantizar el orden del proyecto social.
Ciertamente la actuación de estos gobiernos se ve inspeccionada internacionalmente, que asegure el desarrollo pleno de los habitantes y estos puedan dar seguridad de las políticas implementadas por su gobierno dentro y fuera de la nación, de la efectividad del gobierno por mano dura pero de forma pacífica sin llegar a la violencia. Todas estas acciones vana encaminadas a comprometer al gobierno internacional, de tal manera que no sólo goce de reconocimiento interno, si no también de reconocimiento externo para así generar el desarrollo de las relaciones sociales de producción, hacer distinguir a sus capitales y de incentivar relaciones de inversión y apertura de mercados financieros. Éstas políticas darán cuenta de resultados a los ciudadanos, si no se da un proceso de acumulación durante varios años, y el proyecto de nación por el que votaron no se ha dado, entonces es imprescindible el deterioro del gobierno, que representa otra vez seguir beneficiando a una clase en específico, lo que orilla otra vez a tomar las riendas de un nuevo orden hegemónico social.


Hernández, R., Gobierno de Facto. Instituto Interamericano de Derechos Humanos. Obtenido el 3 de Mayo del 2012 de http://www.iidh.ed.cr/comunidades/redelectoral/docs/red_diccionario/gobierno%20de%20facto.htm
Ruiz, H., Gobierno de Facto. (2005). Urbe et Ius, Revista de opinión jurídica. Año II. Newsletter Nro. 10. Obtenido el 3 de Mayo del 2012 de http://www.urbeetius.org/newsletters/10/news10_defacto.pdf


ESTADO Y LA REVOLUCION

Continuando sobre la presencia del Estado que detenta un aparato de Estado construido sobre bases específicas para el desarrollo de las relaciones sociales de producción y as u vez el dominio hegemónico sobre una nación, el trabajo de hoy será acerca de cuándo el Estado se debilita y comienza a debilitarse dado que el poder es cambiante, que sucede cuando ahora sí, hay un planteamiento de derrocamiento de todas esas bases opresivas para asegurar que el proletariado conquiste el poder, no nos adentraremos en la idea de pasar del capitalismo al comunismo, sino mas bien quedarnos en la esfera concerniente a la revolución, qué es lo que trae consigo y y sus predecesores, es pues lo que comprende el periodo de su manifestación, del choque entre las clases y la disputa del poder.

El planteamiento pues deriva en cuestión de la supresión del poder político (no del aparato), ya que este es cambiante, así pues el motivo de una revolución tiene dos caminos, una es apoderarse de ese control político por la vía que fuere y concebirlo de modo distinta que favorezca a la extinción de las clases, o devengar el poder, erradicarlo completamente de su espacio intocable hacia la transición del desaparecimiento de clases, es pues atacar a las clases antagónicas, crear división y ya que nadie detente el poder político, apoderarse de ella. Simplemente se trata de hacerse de la imposición ya sea tocando primero el poder político para después dominar sobre las clases, o sino tocando primero a las clases y sus aparatos represivos, para después avanzar con el poder político. Realmente suenan radical estas concepciones, en donde el tiempo es un factor determinante, tomar el poder y después trabajar con las clases en verdad parece la vía más rápida pero con pérdidas mas significativas que primero hacerse de los grupos represores para después el Estado, son dos formas significativas de la revolución, aunque se distingue que una es a base de luchas y otra es por la conquista de las bases estructurales, sin uso de la violencia y ligado más a una ideología y racionamiento social, para así manifestarse la revolución dentro de la misma superestructura que dominaba un grupo, para ahora así hacerse con el poder.

La idea precisa es que con el desaparecimiento de las clases colateralmente desaparezca el poder del Estado, o puede ser que primero con el desaparecimiento del poder del Estado o su control total  tenga a bien como consecuencia buscar la abolición de las clases. Por eso son dos caminos bien precisados y cada una tiene un proceso muy riguroso en la práctica, son revoluciones que precisamente buscan la misma ideología, pero por maneras distintas. Relacionamos pues a la revolución con la toma del poder para después instaurar el dominio sobre las clases sociales y favorecer a los oprimidos, ya que históricamente esta vía ha sido la más exitosa ideológicamente hablando, mientras que la segunda siempre siempre cae, decae, y se vuelve a levantar, es decir, planteandose en el sentido de que la clase dominada es grande pero minimizada por los aparatos de opresión ideológicos, que buscan mantenerlos en su lugar y hacer imposible que la clase oprimida se organize y se logre situar como clase dominante, o bien como se le llama "conquista de la democracia".

La vertiente pues es hablar sobre esta vía que parece difícil a fin de cuentas lograrlo, sobre "la organización pacífica de la democracia", sobre la organización y asociación de la sociedad para conquistar a los aparatos ideológicos represivos primero, y avanzar en consecuencia al poder, realmente es imposible dado que el poder político es cambiante, y a su vez los aparatos ideológicos también lo son, y cambian debido a que requieren acomodarse a la situación de las clases divididas, lo que precisamente es impedir el movimiento de las masas y apaciguarlos de tal suerte que sea imposible ver una debilidad en el sistema, poner un sesgo en sus ojos y tenerlos manipulados de tal forma que no se den cuenta de la realidad del aparato, que se disfraza bajo la vertiente de querer mejorar la situación política y social de las masas, en donde es el mismo discurso de la clase dominante periodo tras periodo.
La revolución que busca atacar primero al poder político, por las razones antes expuestas, resulta la forma más táctica y planeada de emancipación de las clases, ya que precisamente el aparato ideológico es la parte fuerte del sistema que protege al órgano que emite las órdenes pero a la vez es el más vulnerable y maleable, ya que cambia más rápidamente que los aparatos que crea. La conquista de este orden desacatando todos los aparatos ideológicos es aboliendo toda la ley que impone el sistema y haciéndola "de lado", evitándola y llegar al poder político primero, si no es posible evitar al aparato, entonces la lucha se alarga, lo que conlleva a pérdidas de ambos bandos para lo que únicamente perjudica. Se vuelve obligatorio pasar sobre el aparato, que se logra en base a lucha.

El resultado de todo ello al apoderarse del poder político es arrancarle a la clase dominante todos los medios productivos y capitales, todas aquellas propiedades privadas y centralizarlos en instrumentos de un nuevo Estado, que ha sido establecido y acordado por la clase dominada y asegurar su pleno desarrollo y a su vez, de las fuerzas productivas. Como lo llama Marx, la "dictadura del proletariado" que llegó con la revolución y al Estado como "el proletariado organizado como clase dominante", el cual es un Estado distinto al que había antes, ya que la diferencia radica en quien ostenta el poder político, es pues la sustitución de un Estado por otro Estado, pero cada uno establecido por cada clase y diferentes, son organizaciones diferentes, diferentes a cuanto la manera de centralizar el poder político, y a su vez este poder político es diferente en manos de quien esté, es la organización pues de dirigir a la gran masa social que busca atacar las diferencias sociales de clases.


Uliánov, V., I. (1917). El estado y la revolución . Petrogrado, Rusia. Recuperado el 2 de Mayo de 2012 de 

jueves, 3 de mayo de 2012

APARATO IDEOLOGICO Y APARATO REPRESIVO DE ESTADO


En este blog se ha hablado sobre las incidencias que hay en las reacciones sociales para socavar el sistema oligárquico que ha entrado por un orden histórico-social en los gobiernos, que se esconden detrás de ella para imponer un orden con el que se logra proteger al aparato que se ha gestado durante mucho tiempo, llámese fuero del gobierno o cualquier otra manera de protección, esto representa resguardar intereses propios de una sociedad definida.

La primera entrada de sendero luminoso es un ejemplo de respuesta contundente ante las represalias o repercusiones que han dado como consecuencia un descontento de un sector de la sociedad, sobre el estado de excepción es pues el grado alto de aniquilación de toda garantía y constitución nacional, es decir, la ausencia pues de la identidad y del goce de protección de la ciudadanía, que por ende necesita de la protección internacional, en la economía por el desorden de las relaciones sociales de producción, lo que provoca desabasto, fluctuaciones de precios que conlleva a caos y desorden por la búsqueda de un orden político.
Ahora, hablaremos sobre el estado, y las formas en que reprende pues, al "león dormido", las formas ocultas y las formas más explícitas, usando desde las superestructuras o la forma más pura de la represión, la violencia.
La idea central es pues matizar la diferencia entre estos dos aparatos como se ha adelantado: el aparato ideológico, pues funciona con la ideología, y el aparato represivo con la violencia. Sabiendo esto hay que definir que toda lucha social gira alrededor del Estado, dado que el Estado representa poder sobre todas las distintas clases, precisamente sobre la posesión de la superestructura, del trabajo, tierra y el capital. A pesar pues de las revoluciones, el aparato de estado sigue en pie, pero el poder de Estado solo oscila y cambia de manos, el aparato sigue en pie dado que el poder cambia, es posible manipular la estructura dado que se cuenta con el poder o se ha logrado, así pues el aparato puede ser la legislación, el ejército, policía, la administración, etc., y otras formas más nobles, hasta la educación.

Dado que el poder es cambiante por el grupo que lo ostenta, pues puede hacer de ella emplearlo por el uso de la fuerza y la opresión, es pues que comenzaremos a hablar sobre el aparato represivo: Ésto consiste en llevar a cabo por la fuerza la imposición de las relaciones de explotación para la reproducción de las relaciones sociales de producción, y que a su vez el aparato ideológico encubra a este aparato, son dos lados de la misma moneda. Es pues que aquellos que conforman este aparato, están protegidos por un grupo de mando, que los centraliza y enfoca, pero lo más importante, los unifica y controla a su disposición, pues por aquellos que ostentan el poder, prácticamente el poder es el que ve los movimientos, toma decisiones y actúa en base a sus objetivos, dado pues el nivel de privilegios del que goza, más la aportación social "disfrazada" que desconoce la actuación del propio estado.
Así pues los aparatos ideológicos forman la realidad del estado que se manifiesta con instituciones que operan en favor de la ciudadanía, por un bienestar social y seguridad respecto de sus transacciones, específicamente en sus relaciones capitalistas, pero la realidad es que solo acondicionan a la sociedad para la explotación y la reproducción del sistema capitalista, y por lo tanto pues sirve de provecho para la ideología y el aparato, es por esto que se concibe como un aparato que funciona de una forma pasiva y moderada, así pues al conjunto de toda esta superestructura, le es concerniente su derecho de propiedad, en sentido estricto no le corresponde a una clase burguesa, porque realmente no se define formalmente así, ya que legislativamente no le corresponde porque va más allá de su propio derecho. Además que las condiciones mundiales no lo permiten. "En un primer momento podemos observar que si existe un aparato (represivo) de Estado, existe una pluralidad  de aparatos ideológicos de Estado. Suponiendo que ella exista, la unidad que constituye esta pluralidad de AIE en un cuerpo no es visible inmediatamente.En un segundo momento, podemos comprobar que mientras que el aparato (represivo) de Estado (unificado) pertenece enteramente al dominio público,  la mayor parte de los aparatos ideológicos de Estado (en su aparente dispersión) provienen en cambio del dominio privado". 

Concerniente a todo esto, pues cuando falla todo sentido ideológico se recurre al uso de la represión, pero curiosamente el principal estadio del orden corresponde al represivo, para después ocultarse con la ideología, es pues necesaria no confundirlos y aunque se mezclen, la forma predominante es la represiva, ya que en primera estancia se amenaza sutílmente con el castigo de toda la ley y el dominio por la fuerza, así pues no hay ningún tipo de estado puro. Es necesario pues que haya una combinación sutil y bien calculada de estos aparatos hegemónicos para que la preservación del poder no pase a otras manos y se haga duradera, la implementación de su hegemonía y pasarlo por las generaciones para no perder su rumbo. Estos aparatos a la vez deben ser cuidados y mantenerlos ya que son objeto por la disputa del poder entre las clases, entre aquellos que dominan y otros que son reprimidos.
 


•  Althusser, L. (1969, Abril). Ideología y aparatos ideológicos de Estado. Revista Iberoamericana de Comunicación. InfoAmérica. Obtenido en Mayo 3, 2012, de http://www.infoamerica.org/documentos_pdf/althusser1.pdf